El helenismo: nueva época, nuevos problemas
Con la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), el mundo griego cambió radicalmente. Las pequeñas polis independientes fueron absorbidas por grandes imperios, y los ciudadanos perdieron su protagonismo político tradicional.
Esta crisis de identidad generó un giro individualista en la filosofía. Ya no se trataba de ser buen ciudadano de Atenas, sino de encontrar la felicidad personal en un mundo incierto y cambiante.
Atenas siguió siendo centro filosófico, pero con nuevos enfoques: las escuelas helenísticas (cinismo, epicureísmo, estoicismo, escepticismo) se centraron en la ética práctica para la vida cotidiana.
Cambio de mentalidad: De "¿cómo ser buen ciudadano?" a "¿cómo ser feliz individualmente?". La filosofía se vuelve más psicológica y terapéutica.
Alejandría emergió como rival científico de Atenas. Mientras los filósofos atenienses buscaban sabiduría para vivir, los científicos alejandrinos desarrollaron matemáticas, astronomía y medicina de forma más especializada.
El epicureísmo: filosofía del jardín
Epicuro fundó su escuela en "El Jardín", una comunidad revolucionaria que admitía mujeres y esclavos como iguales. Su filosofía era simple pero radical: buscar el placer y evitar el dolor como guías de la vida buena.