El Nacimiento de la Ética: Virtud y Felicidad
Sócrates inició la reflexión ética preguntándose por la mejor forma de vivir, pero fue Aristóteles quien acuñó el término "ética". Los tres grandes filósofos coincidían: la vida buena solo tiene sentido en la polis, requiere conocimiento y razón, y la felicidad está unida a la virtud.
La areté (virtud) significaba excelencia en el cumplimiento de una función. Sócrates la aplicó al ser humano: vivir bien es ejercer de manera excelente nuestra humanidad. La eudemonía (felicidad) no es solo bienestar, sino vivir bien y obrar bien simultáneamente.
Platón llevó el intelectualismo socrático más lejos: solo quien conoce la Idea del Bien puede actuar rectamente. Para él, la vida filosófica o contemplativa era la más perfecta, liberando el alma del error.
Platón explicó que cada parte del alma tiene su virtud: sabiduría (racional), valor (irascible) y moderación (apetitiva). Cuando actúan en armonía surge la justicia, la virtud más importante.
Insight crucial: Para los griegos, no hay felicidad sin vida buena, ni vida buena sin virtud. Son inseparables.