Descartes - Ideas, Dios y el Mundo Mecánico
Una vez establecido que existimos como seres pensantes, Descartes necesitaba clasificar nuestras ideas. Las dividió según su origen: adventicias (vienen de los sentidos y son falsas), facticias (creadas por la imaginación, también falsas) e innatas (ya están en la mente y son verdaderas).
Para demostrar la existencia de Dios, propuso tres pruebas: dos a posteriori (desde la idea de ser infinito y desde nuestra propia existencia imperfecta) y una a priori lafamosa"pruebaontoloˊgica"−siDiosesperfecto,debeexistir,porquelaexistenciaesunaperfeccioˊn.
Una vez probada la existencia de Dios, Descartes puede eliminar la hipótesis del genio maligno. Un Dios infinitamente bueno no nos engañaría, así que nuestras ideas claras y distintas sí corresponden con la realidad.
Esto le lleva al mecanicismo: el mundo funciona como una máquina perfecta. Es determinista - si conocemos el estado presente de algo, podemos predecir exactamente sus estados futuros.
Impacto actual: Esta visión mecanicista sentó las bases de la ciencia moderna y la revolución industrial.
El mecanicismo cartesiano excluye las cualidades secundarias (colores, sabores, olores) de la realidad "verdadera", que solo incluye lo que puede reducirse a ecuaciones matemáticas.