Ética y Política Aristotélica
Para Aristóteles, el ser humano es una unión sustancial de materia (cuerpo) y forma (alma). El alma tiene tres niveles: vegetativa (nutrición y reproducción), sensitiva (sensación y memoria) y intelectiva (exclusiva humana, permite razonar).
Su ética eudemonista busca la felicidad desarrollando la virtud propia del ser humano: la función intelectiva. Las virtudes dianoéticas (intelectuales) incluyen la sabiduría, que nos acerca a la divinidad del PMI.
Como no somos dioses puros, necesitamos también virtudes éticas para desarrollar un carácter templado. Estas consisten en encontrar el término medio entre exceso y defecto (ej: valor entre cobardía y temeridad).
El ser humano es "zoon politikon" (animal político) por naturaleza. Solo en sociedad puede desarrollar sus virtudes y alcanzar la felicidad. La política es la ciencia que organiza la sociedad para el bien común, distinguiendo entre estados justos (monarquía, aristocracia, democracia) e injustos (tiranía, oligarquía, demagogia).
💡 Equilibrio aristotélico: La virtud está en el punto medio, y la política debe crear condiciones para que cada individuo pueda ser virtuoso y feliz.