Argumentos válidos y falacias formales
Los argumentos lógicamente válidos son aquellos donde la conclusión se sigue necesariamente de las premisas. Si las premisas son verdaderas, la conclusión también debe serlo. En cambio, las falacias formales son argumentos donde la conclusión no se deriva correctamente de las premisas.
Con los condicionales (proposiciones "si... entonces"), tienes dos formas válidas de razonar. El Modus Ponens afirma el antecedente para obtener el consecuente: "Si llueve, las calles se mojan. Llueve. Por tanto, las calles se mojan". El Modus Tollens niega el consecuente para negar el antecedente: "Si llueve, las calles se mojan. Las calles no se mojan. Por tanto, no llueve".
Las falacias formales más comunes son la negación del antecedente y la afirmación del consecuente. Por ejemplo: "Si llueve, las calles se mojan. No llueve. Por tanto, las calles no se mojan" es falaz porque las calles podrían mojarse por otras razones (riego, manguera, etc.).
💡 Truco clave: En los argumentos válidos, si cambias las premisas por cualquier contenido y mantienes la forma, el argumento sigue funcionando.