El ser humano como problema filosófico
La historia nos ha dado tres golpes duros que han cambiado nuestra percepción sobre nosotros mismos. Primero, descubrimos que la Tierra no es el centro del universo, lo que nos bajó del pedestal cósmico. Segundo, Darwin demostró que no somos tan diferentes del resto de animales como creíamos.
Por último, el psicoanálisis reveló que no somos tan racionales como pensábamos, sino que nuestros instintos e impulsos inconscientes tienen mucho más control del que nos gusta admitir. Estas "humillaciones" nos obligaron a replantearnos quiénes somos realmente.
La antropología filosófica tiene una característica única: en ella, el que estudia y lo que se estudia son lo mismo. Somos humanos estudiando a los humanos, lo cual hace que esta disciplina sea especial y compleja a la vez.
💡 Dato curioso: A diferencia de las ciencias exactas, la antropología filosófica no puede predecir comportamientos humanos porque tenemos libertad e inteligencia para interpretar la realidad a nuestra manera.