Las Paradojas del Campo: Soledad, Decisiones y Destino
Una ironía terrible: los prisioneros envidiaban a los presos comunes que estaban en cárceles normales, porque al menos ellos no enfrentaban una muerte segura. Lo que antes parecía una desgracia ahora se veía como un lujo.
En el campo, la "suerte" significaba simplemente no haber sufrido algo peor. Estar vivo un día más, no ser seleccionado para ejecución, o recibir un poco más de sopa se consideraban golpes de fortuna.
Paradójicamente, muchos añoraban la soledad. Nunca había momentos de privacidad, y algunos deseaban desesperadamente poder estar solos para pensar o reflexionar. Compartían todo: espacio, comida y hasta el sufrimiento.
Los prisioneros se sentían como juguetes del destino, sin control sobre su futuro. La supervivencia dependía de factores aleatorios: un guardia de buen humor, un cambio de turno, una decisión tomada al azar.
Punto clave: Aunque el destino pareciera decidir todo, aún quedaba la capacidad interna de elegir cómo enfrentar las circunstancias.