La Ética Aristotélica: Virtud en Acción
Imagínate que sabes perfectamente cómo ser un buen amigo, pero nunca ayudas a nadie cuando lo necesita. Según Aristóteles, esto no te convierte en virtuoso. El filósofo griego del siglo IV a.C., discípulo de Platón y fundador del Liceo, tenía una visión muy práctica de la ética.
Para Aristóteles, los actos justos y templados solo tienen valor cuando los realiza alguien que realmente los practica de forma habitual. No es suficiente ejecutar una acción correcta de vez en cuando; hay que hacerlo como lo haría una persona verdaderamente justa y templada.
La clave está en la práctica constante. Según su teoría, "se hace justo el hombre ejecutando acciones justas, templado ejecutando acciones de templanza". Es como aprender a tocar un instrumento: no basta con conocer las notas, necesitas practicar hasta que salga natural.
El problema, según Aristóteles, es que mucha gente prefiere quedarse en la teoría. Se conforman con "vanas palabras" y creen que eso los hace virtuosos, cuando en realidad están engañándose a sí mismos.
💡 Recuerda: La virtud no se aprende leyendo libros, sino practicando acciones virtuosas hasta que se conviertan en hábitos naturales.