Metafísica y Filosofía Natural
Aristóteles nos presenta la metafísica como el estudio de lo real, donde el ser es lo individual y concreto. Su famosa teoría hilemórfica sostiene que todo lo que existe está compuesto de materia (hyle) y forma (morphé). La materia es aquello que permanece a través de los cambios, mientras que la forma determina lo que cada cosa es.
Para explicar el cambio, Aristóteles introduce los conceptos de acto y potencia. Lo que existe ahora está en acto, mientras que lo que puede llegar a ser está en potencia. Esta distinción le permite superar las paradojas de los filósofos eleatas, que negaban la posibilidad del cambio.
Los cambios pueden ser sustanciales (cuando surge o desaparece una sustancia) o accidentales (cuando varían atributos no esenciales). Para comprender completamente cualquier cambio, Aristóteles identifica cuatro causas: material (de qué está hecho), formal (qué es), eficiente (qué lo produjo) y final (para qué).
💡 A diferencia de los planteamientos de Platón, para Aristóteles la esencia no existe separada de las cosas concretas, sino que está presente en ellas como su forma.
En su cosmología, Aristóteles divide el universo en dos regiones: el mundo supralunar (perfecto, con movimiento circular uniforme) y el sublunar (imperfecto, compuesto por los cuatro elementos). Todo este sistema culmina en el primer motor inmóvil, que mueve todo sin moverse, siendo objeto de aspiración para todos los seres.