El Fin Último del Ser Humano
¿Qué nos diferencia realmente de los animales? Aristóteles creía que mientras los animales buscan solo el placer inmediato, los humanos podemos aspirar a algo mucho más grande: una vida auténtica.
Esta vida auténtica no se basa en satisfacer impulsos irracionales, sino en desarrollar nuestras capacidades más elevadas. Es como la diferencia entre comer por gula y disfrutar de una buena comida en compañía.
El fin último del ser humano, según Aristóteles, es alcanzar la felicidad (eudaimonia), pero no cualquier felicidad, sino una que venga del desarrollo completo de nuestro potencial como seres racionales.
💡 Reflexiona: ¿Qué actividades te hacen sentir realmente realizado/a, más allá del placer momentáneo?