Discípulo Crítico de Platón
Aristóteles pasó 20 años en la Academia de Platón, pero no fue un estudiante que se conformara con repetir las ideas de su maestro. Su evolución filosófica fue progresiva y fascinante, pasando por tres etapas clarísimas.
Al principio, fue totalmente platónico, aplicando las ideas de su maestro a nuevos campos. Luego desarrolló su pensamiento original, empezando a cuestionar la división de la realidad en dos mundos separados. Finalmente, en su madurez, logró sintetizar sus descubrimientos con lo mejor de la filosofía platónica.
Sus críticas fundamentales a Platón eran demoledoras pero justas: ¿para qué duplicar el mundo si podemos explicar todo con uno solo? Si las esencias están separadas de las cosas, ¿realmente son sus esencias? ¿De qué sirve una ciencia sobre Ideas que no están en nuestro mundo?
Sin embargo, mantuvo algo crucial de la tradición socrático-platónica: la ciencia debe buscar lo universal y lo esencial. La diferencia es que para Aristóteles, esas esencias están en las cosas mismas, no en un mundo separado.
Recuerda esto: Aristóteles no rechazó todo de Platón, sino que lo reformuló de manera más práctica y realista.