La vida y obra de Platón estuvo profundamente marcada por los acontecimientos históricos de su época.
El contexto socio-cultural de Platón en las guerras médicas fue determinante en su formación filosófica. Estas guerras entre griegos y persas generaron un periodo de gran inestabilidad política y social en Atenas, lo que llevó a Platón a reflexionar sobre la importancia de un gobierno justo y sabio. Su biografía y educación aristocrática de Platón le permitió acceder a los mejores maestros de su tiempo, incluyendo a Sócrates, quien se convertiría en su principal influencia filosófica. Como miembro de una familia noble ateniense, Platón recibió una educación integral que abarcaba música, gimnasia, matemáticas y retórica, elementos que posteriormente incorporaría en su ideal educativo.
La influencia de las guerras del Peloponeso en Platón fue especialmente significativa, ya que este conflicto entre Atenas y Esparta marcó profundamente su pensamiento político y social. La derrota de Atenas y la posterior instauración de los Treinta Tiranos, entre los que se encontraban algunos de sus familiares, le hizo cuestionar los fundamentos de la democracia ateniense. Esta experiencia le llevó a desarrollar su teoría del Estado ideal, gobernado por filósofos-reyes, como respuesta a la inestabilidad política de su tiempo. Sus viajes a Sicilia, donde intentó poner en práctica sus ideas políticas, aunque fracasaron, enriquecieron su comprensión sobre la relación entre el poder y la sabiduría. La fundación de la Academia, primera institución de educación superior en Occidente, fue su respuesta práctica para formar ciudadanos virtuosos que pudieran contribuir a la construcción de una sociedad más justa.