La Antropología y Ética Platónicas
Concepción del Ser Humano: Dualismo Antropológico
Para Platón, el ser humano es fundamentalmente un alma inmortal "encerrada" temporalmente en un cuerpo material:
- El cuerpo pertenece al mundo sensible: es mortal, cambiante y fuente de pasiones y deseos que nublan el intelecto
- El alma procede del mundo inteligible: es inmortal, inmaterial y capaz de conocer las Ideas
Esta visión supone una valoración negativa del cuerpo, considerado como una "cárcel" o "tumba" del alma. El objetivo del ser humano es liberarse de las ataduras corporales para que el alma pueda retornar a su origen.
La Tripartición del Alma
Platón distingue tres partes o funciones del alma, cada una con su sede corporal:
- Alma racional (logos): Ubicada en la cabeza, es la parte inmortal que nos permite conocer las Ideas y actuar virtuosamente
- Alma irascible (thymos): Situada en el pecho, es la fuente de emociones nobles como el valor y la ambición
- Alma concupiscible (epithymía): Localizada en el vientre, genera los deseos y apetitos corporales
La virtud consiste en el dominio de la parte racional sobre las otras dos, estableciendo una armonía entre ellas. Cada parte tiene su virtud propia:
- Del alma racional: la sabiduría
- Del alma irascible: la valentía
- Del alma concupiscible: la templanza
De la armonía entre las tres surge la justicia, que consiste en que cada parte cumpla su función propia sin interferir en las demás.
¡Recuerda! Platón establece un paralelismo entre la estructura del alma individual y la de la sociedad ideal, como veremos en su teoría política.