El Estado Ideal y la Política Platónica
Como el ser humano es social por naturaleza, Platón diseña un estado ideal que refleje la estructura del alma. Este estado debe ser una aristocracia (gobierno de los mejores), nunca una democracia o tiranía, porque solo los filósofos han contemplado la Idea del Bien.
El estado se divide en tres clases sociales. Los gobernantes-filósofos (alma racional, virtud: prudencia) dirigen la sociedad sin propiedad privada ni familia. Los guardianes (alma irascible, virtud: fortaleza) defienden el estado y viven en comunidad. Los productores (alma concupiscible, virtud: templanza) crean bienes y sí pueden tener propiedad y familia.
Este sistema se basa en la desigualdad natural: cada persona debe ocupar el lugar para el que está capacitada según su alma predominante. No es comunista porque permite propiedad privada, pero sí es clasista, aunque la selección se basa en capacidades, no en origen.
Platón describe la degeneración política: desde la aristocracia ideal se pasa a timocracia, oligarquía, democracia y finalmente tiranía. Cada forma política degenera por los errores humanos y la naturaleza sensible de todo lo material.
💡 Reflexiona: Platón antepone el bien común al individual, lo que genera debate sobre los límites entre orden social y libertad personal.