La Antropología de Platón: Cuerpo vs Alma
¿Alguna vez te has preguntado si eres más que solo tu cuerpo físico? Platón (427 a.C.) ya se planteaba esta cuestión hace más de 2000 años. Para este filósofo griego, los seres humanos somos un dualismo antropológico: una mezcla de cuerpo material y alma espiritual.
Según Platón, el cuerpo es la cárcel del alma. Mientras que nuestro cuerpo físico pertenece al mundo sensible (lo que podemos tocar y ver), es mortal y se descompone, el alma es completamente diferente. El alma es inmortal y pertenece al mundo de las ideas, donde está la verdadera realidad.
Lo más fascinante es que Platón creía en la reencarnación. Tu alma existía antes de nacer en tu cuerpo actual, y cuando mueras, regresará al mundo de las ideas para después reencarnar en otro cuerpo. El tipo de cuerpo que obtengas en tu próxima vida depende de cómo hayas vivido esta: las almas purificadas obtienen cuerpos superiores, mientras que las impuras van a cuerpos inferiores.
Dato curioso: Para Platón, la tarea más importante de tu vida es purificar tu alma a través del conocimiento y la filosofía.
La tripartición del alma es otra idea clave de Platón. Divide nuestra alma en tres partes: el alma racional (busca la verdad), el alma irascible (lucha por la justicia) y el alma concupiscible (se deja llevar por pasiones y deseos). Lo explica con la famosa alegoría del auriga y los caballos: el cochero (alma racional) debe controlar un caballo blanco noble (alma irascible) y un caballo negro rebelde (alma concupiscible).