El proceso administrativo: planificar y organizar
Dirigir una empresa es como ser el entrenador de un equipo: tienes que planificar la estrategia, organizar a los jugadores y asegurar que todo funcione. El proceso administrativo tiene cuatro pasos clave: planificar, organizar, gestionar y controlar.
La planificación es crucial porque define hacia dónde va la empresa. Primero analizas la situación actual, luego marcas objetivos claros y evalúas diferentes alternativas para conseguirlos. Al final, formulas planes concretos, los cuantificas en presupuestos y pasas a la acción controlando las posibles desviaciones.
La organización diseña la estructura donde cada persona sabe exactamente qué hacer. Puedes dividir la empresa por funciones (cada departamento se especializa en algo), por productos, por zonas geográficas o por proyectos. Lo importante es crear una jerarquía clara y asignar las tareas a las personas más adecuadas.
La comunicación es el pegamento que une todo: puede ser externa (con clientes) o interna (dentro de la empresa), formal o informal, y fluir hacia arriba, hacia abajo o horizontalmente entre compañeros.
📌 Dato clave: La organización formal es la estructura planificada donde cada persona coopera para alcanzar los objetivos comunes.