La economía mixta: el mejor de ambos mundos
La economía mixta combina lo mejor de ambos sistemas: la eficiencia del mercado con la intervención estatal para corregir sus fallos. Es el sistema que predomina actualmente en la mayoría de países desarrollados.
En este sistema, el Estado cumple funciones clave: establece el marco jurídico-institucional, suministra bienes públicos, redistribuye la renda para reducir desigualdades, y suaviza las crisis económicas mediante políticas de estabilización.
El Estado del bienestar representa un caso particular de economía mixta caracterizado por una alta intervención estatal y elevada inversión social. Incluye servicios públicos gratuitos como sanidad y educación, prestaciones por desempleo, y pensiones.
Este modelo busca aprovechar las ventajas de la competencia y la iniciativa privada mientras corrige sus defectos mediante la intervención pública. Es un equilibrio delicado que cada país adapta según sus valores y circunstancias.
La clave está en encontrar el punto óptimo de intervención: suficiente para corregir fallos del mercado pero sin ahogar la iniciativa privada y la competencia que generan prosperidad.
💡 Reflexión final: La economía mixta es como conducir un coche: necesitas el motor del mercado para avanzar, pero también frenos y dirección (el Estado) para no estrellarte.