Estrategia Medioambiental: Riesgo u Oportunidad
Las empresas procesan entradas (trabajo, capital, tecnología, recursos naturales) y generan salidas deseadas (bienes, servicios, empleo, riqueza) y no deseadas (emisiones contaminantes, agotamiento de recursos, ruido). El control medioambiental es crucial en ambos extremos.
Hay dos actitudes empresariales ante el medioambiente. La actitud pasiva considera que la RSE reduce competitividad por aumentar costes, lo que termina afectándoles negativamente por no reaccionar a tiempo.
La actitud positiva y estratégica ve el medioambiente como parte fundamental del entorno empresarial. Estas empresas convierten riesgos en oportunidades y aprovechan cambios como fuentes de nuevas ventajas competitivas para diferenciarse.
Los cambios en el entorno empresarial son imparables: legislación medioambiental más exigente, incentivos fiscales para inversiones verdes, multas por daños causados y un segmento creciente de consumidores que valoran aspectos ecológicos.
💡 Visión estratégica: Las empresas que se adelanten a estos cambios tendrán ventaja competitiva sobre las que solo reaccionen cuando sea obligatorio.