Clasificación de las Empresas
Las empresas se clasifican de varias formas súper útiles para entenderlas mejor. Por tamaño, van desde microempresas (menos de 10 trabajadores) hasta grandes empresas (más de 250 trabajadores). Este dato es clave porque determina muchas ayudas y regulaciones.
Según el sector económico, tenemos el sector primario (agricultura, pesca, minería), secundario (industria y construcción) y terciario (comercio y servicios). Cada sector tiene sus propias características y desafíos únicos.
La propiedad del capital también importa: pueden ser privadas (de particulares), públicas (del Estado) o mixtas (combinación de ambas). Además, su ámbito geográfico puede ser local, nacional o internacional, lo que afecta a su complejidad y oportunidades.
La forma jurídica es crucial porque determina tus responsabilidades y obligaciones. Puedes elegir entre personalidad física (empresario individual, sociedad civil) o jurídica (diferentes tipos de sociedades), cada una con ventajas e inconvenientes específicos.
Tip clave: La clasificación de tu empresa determina tus obligaciones fiscales, legales y las ayudas a las que puedes acceder.