Cómo tomamos decisiones económicas
Cada día tomas decisiones económicas sin darte cuenta: ¿estudiar o ver Netflix? ¿comprar el móvil caro o ahorrar? La escasez económica te obliga a elegir porque no puedes tener todo lo que quieres con los recursos limitados que tienes.
El análisis coste-beneficio es la herramienta clave para tomar decisiones racionales. Antes de decidir, compara lo que ganas (beneficio) con lo que pierdes (coste). La decisión es buena cuando los beneficios superan los costes, teniendo en cuenta tus preferencias personales.
Un concepto fundamental es el coste de oportunidad: lo que renuncias cuando eliges algo. Si decides estudiar economía el sábado por la tarde, tu coste de oportunidad podría ser salir con tus amigos o descansar. Este coste puede ser de tiempo, dinero o ambos.
Los incentivos son todo lo que modifica los beneficios o costes de una decisión. Pueden ser positivos (recompensas) o negativos (castigos). Por ejemplo, las notas son incentivos para estudiar, y las multas son incentivos para no aparcar mal.
La economía se divide en dos grandes ramas: microeconomía (estudia decisiones individuales de familias y empresas) y macroeconomía (estudia el funcionamiento conjunto de toda la economía). También distinguimos entre economía positiva (analiza objetivamente lo que ocurre) y normativa (recomienda lo que debería ocurrir).
Dato curioso: La economía conductual demuestra que no siempre somos racionales. A veces somos impulsivos, demasiado confiados o nos cuesta cambiar de opinión, lo que afecta nuestras decisiones económicas.