¿Qué es la macroeconomía y sus objetivos?

La macroeconomía estudia la economía a gran escala, analizando tendencias globales como producción, empleo e inflación. Es diferente de la microeconomía, que se enfoca en decisiones individuales de empresas y consumidores.

Los gobiernos tienen cinco objetivos macroeconómicos principales que debes conocer. El crecimiento de la producción busca producir más bienes para satisfacer necesidades y se mide con el PIB. El objetivo de empleo garantiza que las personas tengan ingresos, medido por la tasa de desempleo.

La estabilidad de precios evita que suban demasiado (lo que perjudica especialmente a quienes menos tienen) y se mide con el IPC. El equilibrio presupuestario controla que el Estado no gaste más de lo que ingresa, medido por el déficit público. Por último, el equilibrio exterior vigila que no compremos mucho más al extranjero de lo que vendemos, medido con la balanza de pagos.

Clave: Estos cinco objetivos están interconectados y a veces entran en conflicto entre sí.

Cálculo del PIB y funcionamiento económico

El PIB se puede calcular de tres formas diferentes pero equivalentes. El método del gasto suma todos los gastos: PIBpm = C + I + G + $X-M$, donde C es consumo familiar (60% del total), I es inversión empresarial, G es gasto público y $X-M$ son exportaciones menos importaciones.

El método de ingreso suma salarios, alquileres, intereses, beneficios y depreciación. El método de producción suma el valor añadido de todas las empresas del país.

En teoría, una economía perfecta tendría equilibrio total: las empresas producirían exactamente lo que se demanda, sin desempleo ni inflación. Sin embargo, la realidad económica fluctúa entre épocas positivas y recesiones (épocas negativas), que si se prolongan mucho se llaman depresiones.

Tres factores principales explican estos cambios económicos: las fuerzas internas del mercado (oferta y demanda), las perturbaciones externas (guerras, desastres naturales) y las políticas gubernamentales.

Recuerda: El PIB es la medida más importante del crecimiento económico de un país.

Demanda agregada: el motor de la economía

La demanda agregada (DA) representa el gasto total de familias, empresas y sector público en una economía. Su fórmula es DA = C + I + G + $X-M$, que coincide con el PIB calculado por el método del gasto.

La curva de DA muestra cuántos bienes y servicios demandan todos los agentes económicos según el nivel medio de precios. Es diferente a la demanda de un producto específico porque considera toda la economía.

Varios factores pueden desplazar la curva de DA. Las expectativas son cruciales: si empresas y ciudadanos son optimistas, aumentan inversión y consumo. Los cambios en la riqueza también importan: cuando suben las acciones o el valor de las casas, la gente consume más.

Otros factores incluyen los tipos de interés (si bajan, es más barato pedir prestado), el gasto público, los impuestos y transferencias, y las exportaciones netas. Cuando estos factores cambian, toda la economía se ve afectada.

Importante: La demanda agregada es el resultado de las decisiones de millones de personas y empresas actuando al mismo tiempo.

Consumo: el componente más grande

El consumo privado representa aproximadamente dos tercios de la demanda agregada en países desarrollados, siendo el componente más importante. Incluye gastos familiares en bienes duraderos (coches, electrodomésticos), perecederos (comida) y servicios (peluquería, transporte).

Las decisiones de consumo dependen principalmente de la renta disponible anual, pero siempre existe un consumo autónomo mínimo (gastos básicos que haces sí o sí). La renta permanente también influye: es el nivel de ingresos que una familia espera tener a largo plazo, eliminando variaciones temporales.

La hipótesis del ciclo vital explica que las personas ahorran para mantener un consumo estable toda su vida. Los jóvenes se endeudan, los adultos ahorran y los jubilados gastan sus ahorros.

El efecto riqueza puede aumentar el consumo independientemente del sueldo: si tus padres ven que su casa vale más o sus inversiones suben, pueden gastar más aunque su sueldo no haya cambiado.

Dato clave: Tu consumo futuro dependerá más de tus expectativas de ingresos a largo plazo que de lo que ganes un año específico.

Inversión: clave para el crecimiento futuro

La inversión empresarial tiene un doble papel en la economía: a corto plazo aumenta la demanda (cuando las empresas compran máquinas o construyen fábricas), y a largo plazo aumenta la capacidad productiva del país, generando crecimiento económico.

Existen cuatro tipos principales de inversión: en planta y equipo (máquinas, tecnología), construcción (fábricas, oficinas), propiedad intelectual (patentes, software) y variación de existencias (stock de productos).

Varios factores condicionan las decisiones de inversión empresarial. Los ingresos adicionales esperados dependen del ciclo económico: si la economía va bien, las empresas invierten más. Los costes incluyen el precio del dinero (tipos de interés) e impuestos: si suben, hay menos inversiones rentables.

La capacidad productiva utilizada también importa: si las fábricas están a pleno rendimiento, necesitan invertir para crecer. Las expectativas futuras son fundamentales: si se espera una crisis, las empresas aplazan sus inversiones.

Reflexiona: La inversión de hoy determina el crecimiento económico y las oportunidades laborales del futuro.