La gestión empresarial y las fuentes de financiación son elementos fundamentales para el éxito de cualquier empresa moderna.
Las fuentes de financiación se dividen principalmente en propias y ajenas. Las fuentes de financiación propias incluyen el capital social aportado por los socios, las reservas generadas por beneficios no distribuidos y las amortizaciones. Por otro lado, las fuentes ajenas comprenden préstamos bancarios, créditos comerciales y emisión de obligaciones. Las fuentes de financiación a corto plazo son especialmente importantes para mantener el capital circulante y la liquidez operativa de la empresa.
El papel del gerente es crucial en la administración eficiente de estos recursos financieros. El gerente de una empresa tiene la responsabilidad de planificar, organizar, dirigir y controlar todas las operaciones. Aunque no necesariamente el gerente es el dueño de la empresa, debe actuar como si lo fuera, tomando decisiones estratégicas para maximizar el valor de la organización. La gestión empresarial moderna requiere diferentes tipos de gerentes especializados en áreas como finanzas, operaciones y recursos humanos.
Un elemento clave en la gestión financiera es el presupuesto. Las partes de un presupuesto incluyen la proyección de ingresos, gastos, inversiones y financiamiento. Los objetivos del presupuesto son planificar, coordinar y controlar las operaciones. Un presupuesto empresarial bien elaborado permite anticipar necesidades financieras, aunque existen algunas desventajas de hacer un presupuesto como la rigidez en la planificación y el tiempo invertido en su elaboración. El presupuesto personal también es importante para los emprendedores que inician su negocio, ya que les permite separar sus finanzas personales de las empresariales.