Ventaja Comparativa y Comercio
La ventaja comparativa, concepto desarrollado por David Ricardo, demuestra que el comercio puede beneficiar a todas las partes involucradas, incluso cuando una es menos eficiente en la producción de todos los bienes. Este principio es fundamental para entender los beneficios de la especialización y el intercambio.
Una persona o país tiene ventaja comparativa en la producción de un bien cuando su costo de oportunidad es menor que el de otros productores. Este concepto es crucial para la interacción y especialización en la economía, ya que permite que cada participante se concentre en lo que hace relativamente mejor.
La ventaja absoluta, por otro lado, ocurre cuando se puede producir más con los mismos recursos. Sin embargo, la ventaja comparativa demuestra que incluso sin ventajas absolutas, el comercio sigue siendo beneficioso para todos los participantes.
Ejemplo: Si un país puede producir 10 computadoras o 5 automóviles, mientras que otro puede producir 8 computadoras o 2 automóviles, el primer país tiene ventaja comparativa en automóviles y el segundo en computadoras, haciendo beneficioso el comercio entre ambos.