Estructura del Balance: Los Tres Pilares Fundamentales
¿Alguna vez te has preguntado cómo saber si una empresa está sana financieramente? El balance de situación es tu respuesta, y es más fácil de entender de lo que parece.
El balance se divide en tres partes principales. Por un lado tienes el activo, que incluye todo lo que la empresa posee y puede convertir en dinero. Por otro lado está el pasivo, que representa todas las deudas y obligaciones. Finalmente, el patrimonio neto muestra lo que realmente pertenece a los dueños de la empresa.
El activo no corriente agrupa los bienes que la empresa va a usar durante más de un año. Aquí encontramos el inmovilizado intangible (como aplicaciones informáticas, patentes o el fondo de comercio), el inmovilizado material (edificios, maquinaria, equipos informáticos) y las inversiones inmobiliarias (oficinas, almacenes, terrenos).
El activo corriente incluye todo lo que se convertirá en dinero en menos de un año. Las existencias son los productos que tienes almacenados, el realizable son los derechos de cobro (clientes, deudores) y el disponible es el dinero que tienes en bancos y caja.
💡 Truco para recordar: Piensa en tu habitación - los muebles son activo no corriente (los usas mucho tiempo), pero el dinero de tu cartera es activo corriente (lo gastas pronto).