Las Familias, Empresas y Sector Público
Las economías domésticas somos nosotros: familias, hogares e incluso ONGs. Nuestra función principal es consumir bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades. Pero también somos propietarios de los factores de producción: trabajo, tierra y capital.
Cuando trabajas, vendes tu trabajo y recibes un salario. Si tu familia tiene propiedades, puede obtener alquileres. Si tiene ahorros invertidos, recibe intereses. Tu renta es la suma de todos estos ingresos, y determina cuánto puedes gastar.
Las empresas son el motor productivo de la economía. Combinan recursos, aplican tecnología y organizan la producción para crear bienes y servicios. Su objetivo es que los ingresos por ventas superen los costes de producción y así obtener beneficios.
El sector público incluye ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, el Estado y la Unión Europea. Cada nivel tiene competencias específicas: los ayuntamientos gestionan servicios locales, las comunidades se encargan de educación y sanidad, y el Estado coordina defensa y seguridad social.
Dato curioso: La Unión Europea permite que trabajadores, capitales y mercancías circulen libremente entre países miembros, creando un mercado único gigantesco.