La excreción consiste en eliminar las sustancias de desecho de la sangre. El aparato excretor incluye los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra. Los riñones son los órganos principales del sistema excretor, donde se forma la orina. La vejiga es el órgano que acumula la orina antes de ser expulsada, y los uréteres transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga. Mientras que la uretra es el tubo que comunica la vejiga con el exterior del cuerpo.
¿Cómo Funciona el Aparato Excretor y Sus Partes?
Los riñones funcionan como filtros, ya que continuamente filtran la sangre para retener las sustancias de desecho que transportan. Con estas sustancias de desecho se forma la orina, la cual es expulsada fuera del cuerpo a través de la uretra una vez que se acumula en la vejiga.
Las glándulas sudoríparas forman el sudor, un líquido compuesto casi en su totalidad por agua, pero que también contiene una pequeña parte de sales y de sustancias de desecho. Al eliminar el sudor, se expulsan también algunas sustancias de desecho, por lo que estas glándulas intervienen en la función de excreción. Están repartidas por toda la piel.
El sistema excretor está constituido por varios órganos, cada uno con una función específica. Los riñones filtran la sangre y retienen las sustancias de desecho, formando la orina. La vejiga almacena la orina antes de su expulsión, mientras que los uréteres la transportan hasta la vejiga. Por último, la uretra permite la expulsión de la orina fuera del cuerpo.
Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas y las apocrinas. Ambas intervienen en la producción de sudor, el cual cumple la función de regular la temperatura corporal y eliminar sustancias de desecho a través de la piel. Las glándulas sudoríparas inflamadas pueden causar molestias, pero en general, cumplen una función esencial en el organismo.
El aparato excretor puede verse afectado por diversas enfermedades, como la insuficiencia renal, cálculos en los riñones o infecciones del tracto urinario. Es importante cuidar la salud de este sistema para garantizar el buen funcionamiento del proceso de excreción en el organismo.