Carlos I: El Emperador Universal
Carlos I de España y V de Alemania heredó el imperio más extenso de la historia. De sus abuelos maternos (los Reyes Católicos) recibió las coronas de Castilla y Aragón con todos sus territorios, incluidas las colonias americanas.
De sus abuelos paternos (Maximiliano de Austria y María de Borgoña) heredó Austria, el Ducado de Borgoña, Flandes, el Franco Condado y la candidatura al Sacro Imperio Romano-Germánico.
Al abdicar en 1556, dividió su herencia: Felipe II recibió las herencias castellana, aragonesa y borgoñona, mientras su hermano Fernando heredó Austria y la Corona Imperial. Carlos se retiró al monasterio de Yuste, donde murió.
Los principales conflictos internos fueron las Comunidades (sublevación de ciudades castellanas contra un rey "extranjero") y las Germanías (revuelta social en Valencia). También enfrentó la rebelión de los moriscos granadinos durante el reinado de Felipe II.
Su política exterior se basó en defender la Universitas Christiana: unidad de la cristiandad bajo emperador y papa. Esto le enfrentó con Francia, el Imperio Otomano y los príncipes alemanes protestantes.
Impresionante: Carlos I gobernó territorios donde "nunca se ponía el sol", desde América hasta Austria.