El agua: La molécula de la vida
El agua tiene propiedades extraordinarias que la convierten en el líquido perfecto para la vida. Sus elevados puntos de fusión y ebullición la mantienen líquida en un amplio rango de temperaturas, ideal para tu cuerpo.
Su alto calor específico significa que puede almacenar mucha energía sin cambiar bruscamente de temperatura, actuando como regulador térmico. La capilaridad le permite subir por tubos estrechos, como los vasos de las plantas.
El agua cumple funciones vitales: disuelve nutrientes para transportarlos, participa en reacciones como la digestión, mantiene la forma de las células, amortigua golpes en las articulaciones y regula tu temperatura corporal.
Su densidad máxima a 4°C hace que el hielo flote, protegiendo la vida acuática en invierno. Su elevada tensión superficial crea una "película" en la superficie que algunos insectos usan para caminar sobre el agua.
Dato fascinante: Cuando sudas, el agua que se evapora absorbe tanto calor que enfría tu cuerpo de manera súper eficiente.