Estructura del Texto Argumentativo
Escribir un texto argumentativo es como construir un caso judicial: necesitas una opinión clara y pruebas sólidas que la respalden. En este ejemplo, la autora defiende que las marcas caras sí valen la pena, pero podríais perfectamente argumentar lo contrario.
La clave está en organizar vuestras ideas antes de escribir. Necesitáis una tesis (vuestra opinión principal en pocas palabras), varios argumentos que la apoyen y al menos un contraargumento que reconozca el punto de vista opuesto. Esto demuestra que habéis pensado en ambos lados del debate.
En la introducción, presentad el tema de forma atractiva y dejad clara vuestra postura desde el principio. Cada párrafo del desarrollo debe centrarse en un argumento diferente, explicándolo con ejemplos concretos que conecten con la experiencia de vuestros lectores.
Truco clave: Reconocer los puntos débiles de vuestra argumentación os hace parecer más objetivos y convincentes, no menos.