La voz femenina y la prosa romántica
Rosalía de Castro aportó una perspectiva única al Romanticismo. Sus temas principales incluían el paisaje gallego, problemas sociales como pobreza y emigración, y especialmente la situación de las mujeres en una sociedad que las relegaba a papeles secundarios.
Su obra expresa una intimidad marcada por el desengaño y la soledad. Castro destacó el sufrimiento femenino en relaciones amorosas y familiares, convirtiéndose en una voz pionera de la literatura feminista española.
La prosa romántica exploró dos aspectos fundamentales: el debate político-social y la interioridad humana a través del misterio. Esta dualidad permitió a los escritores abordar tanto cuestiones sociales como psicológicas profundas.
En el periodismo del XIX surgieron dos corrientes ideológicas opuestas. El costumbrismo era políticamente conservador y describía costumbres populares, mientras el periodismo crítico tenía ideología liberal, criticaba el inmovilismo social y defendía las libertades individuales.
La prosa narrativa romántica se enfocaba en aventuras ambientadas en épocas lejanas, relatos policiales o de terror (como las Leyendas de Bécquer), y descripciones de paisajes y personajes típicos españoles.
Dato importante: Mariano José de Larra fue el principal representante del periodismo crítico, combinando literatura con compromiso social.