Fibrinólisis: Disolviendo el Coágulo
Una vez que el vaso está reparado, tu cuerpo necesita eliminar el coágulo para restaurar el flujo sanguíneo normal. La fibrinólisis es este proceso de "limpieza" que disuelve selectivamente la fibrina sin dañar otros tejidos.
El plasminógeno es el protagonista principal de este sistema. Esta proteína hepática circula inactiva en plasma y suero hasta que los activadores la convierten en plasmina, una potente serinproteasa que degrada específicamente la fibrina.
Los activadores del plasminógeno pueden ser endógenos o exógenos. Los endógenos incluyen factores plasmáticos como el factor XIIa y activadores tisulares como el tPA de las células endoteliales. Los exógenos, como la estreptoquinasa, se usan terapéuticamente para disolver coágulos patológicos.
La plasmina actúa sistemáticamente sobre fibrina y fibrinógeno en tres fases. Primero forma fragmentos X (aún coagulables), después fragmentos D e Y (no coagulables), y finalmente fragmentos E y más fragmentos D. Estos productos de degradación (PDF) tienen efectos antihemostáticos adicionales.
Los inhibidores de la fibrinólisis α2−antiplasmina,PAI−1,TAFI controlan este proceso para evitar una disolución excesiva de coágulos. El TAFI, activado por trombina, es especialmente importante porque rompe los sitios de unión del plasminógeno en la fibrina.
Equilibrio perfecto: Tu cuerpo mantiene un balance constante entre formación y disolución de coágulos para una hemostasia óptima.