Lisosomas y vacuolas: componentes esenciales del sistema de endomembranas
Esta sección final del texto se centra en los lisosomas y las vacuolas, componentes importantes del sistema de endomembranas celular.
Los lisosomas se describen como pequeñas vesículas que contienen una gran variedad de enzimas hidrolíticas para la digestión celular. Estas enzimas, llamadas hidrolasas, tienen una actividad óptima a pH ácido e incluyen fosfatasas, lipasas, neuraminidasas y carboxipeptidasas. La membrana lisosómica contiene una gran cantidad de proteínas glicosiladas. Se distinguen dos tipos de lisosomas:
- Lisosomas primarios: de reciente formación, provenientes del aparato de Golgi.
- Lisosomas secundarios: formados tras la fusión de lisosomas primarios con vesículas de endocitosis o fagocitosis, participando en procesos de digestión celular.
Vocabulario: Las hidrolasas son enzimas que catalizan la ruptura de enlaces químicos mediante la adición de agua, siendo fundamentales en los procesos de digestión celular.
Las vacuolas se mencionan brevemente, destacando dos tipos específicos:
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Fagolisosomas: también llamados vacuolas digestivas o heterolisosomas, resultan de la unión de lisosomas primarios con vacuolas fagocitarias que contienen sustancias alimenticias. Son especialmente importantes en amebas y macrófagos, leucocitos especializados en la fagocitosis de microorganismos patógenos.
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Autofagolisosomas: formados cuando los lisosomas se fusionan con vacuolas autofagocíticas.
Ejemplo: Los macrófagos, un tipo de leucocito, utilizan fagolisosomas para digerir y eliminar microorganismos patógenos, siendo una parte crucial del sistema inmunológico.
Esta sección final resalta la importancia de los lisosomas y las vacuolas en los procesos de digestión celular y defensa contra patógenos, completando así la visión general de los orgánulos membranosos y su papel en el funcionamiento celular.