Las células son las unidades básicas de la vida y existen dos tipos principales: diferencias entre células procariotas y eucariotas. Las células procariotas son más simples y antiguas, carecen de núcleo definido y tienen su material genético disperso en el citoplasma. Por otro lado, las células eucariotas son más complejas, poseen un núcleo verdadero rodeado por una membrana nuclear y tienen organelos especializados.
Las características de la célula vegetal y animal son distintivas aunque ambas son eucariotas. Las células vegetales tienen pared celular rígida de celulosa, grandes vacuolas centrales, cloroplastos para realizar la fotosíntesis y son generalmente más grandes y rectangulares. Las células animales carecen de pared celular y cloroplastos, tienen pequeñas vacuolas dispersas, centríolos para la división celular y formas más irregulares. La función del mesosoma en células procariotas es fundamental para procesos como la respiración celular, división celular y secreción de proteínas, siendo una invaginación de la membrana plasmática característica de bacterias.
Estas diferencias estructurales y funcionales entre tipos celulares son el resultado de millones de años de evolución y adaptación a diferentes formas de vida. Las células procariotas, como las bacterias, están optimizadas para reproducirse rápidamente y sobrevivir en diversos ambientes. Las células eucariotas desarrollaron compartimentos especializados que permiten funciones más complejas, como la fotosíntesis en plantas o la contracción muscular en animales. La presencia o ausencia de ciertas estructuras celulares determina no solo la clasificación de los organismos sino también sus capacidades metabólicas y su rol en los ecosistemas.