Las moléculas estrella de tu cuerpo
Los bioelementos orgánicos contienen carbono y forman las moléculas más importantes de tu organismo. Aquí tienes las cuatro familias que tienes que conocer perfectamente.
Los carbohidratos son tu gasolina principal. La glucosa que comes en una pasta se convierte en energía inmediata, mientras que el almidón se guarda como reserva. Los lípidos son las grasas que, aunque tengan mala fama, son esenciales - forman las membranas de tus células y almacenan energía a largo plazo.
Las proteínas son las trabajadoras del cuerpo: la hemoglobina transporta oxígeno, la insulina regula el azúcar y la queratina forma tu pelo. Los ácidos nucleicos (ADN y ARN) son los jefes - guardan toda la información genética y controlan la síntesis de proteínas.
💡 Truco de estudio: Piensa en carbohidratos=energía rápida, lípidos=energía almacenada, proteínas=herramientas, ácidos nucleicos=manual de instrucciones.
Por qué las moléculas inorgánicas son imprescindibles
Aunque las biomoléculas inorgánicas no contienen carbono, sin ellas estarías literalmente muerto. No forman estructuras grandes, pero son los "helpers" que hacen posible la vida.
El agua es el disolvente universal - es como el medio donde ocurren todas las reacciones químicas de tu cuerpo. Los iones minerales como hierro, calcio y sodio mantienen tu homeostasis (el equilibrio interno). Sin sodio, tus nervios no funcionarían; sin calcio, tus huesos serían blandos.
Las sales inorgánicas regulan procesos vitales. El cloruro de sodio (la sal de mesa) controla cuánta agua hay en tus células, mientras que el fosfato de calcio hace que tus huesos sean duros como el cemento.
💡 Conexión real: Cuando sudas mucho haciendo deporte, pierdes sales y por eso necesitas bebidas isotónicas para reponerlas.