Pruebas de la Evolución: La Evidencia Está por Todas Partes
¿Te has preguntado alguna vez por qué tienes muelas del juicio si apenas las usas? La evolución tiene la respuesta, y las pruebas paleontológicas nos lo demuestran estudiando fósiles que muestran características intermedias entre especies actuales.
Las pruebas biogeográficas son igual de reveladoras: especies muy similares separadas por océanos nos indican que en el pasado estuvieron juntas antes de la deriva continental. Es como encontrar piezas del mismo puzzle en lugares distintos.
La anatomía comparada nos muestra dos conceptos clave: los órganos análogos (misma función, distinta estructura, como las alas de aves e insectos) y los órganos homólogos (distinta función, estructura similar, como nuestros brazos y las aletas de las ballenas).
Dato curioso: Tus muelas del juicio y el apéndice son órganos vestigiales que perdieron su función original pero siguen ahí como "recuerdos" evolutivos.