La estructura primaria determina la función
La secuencia de aminoácidos es como el DNI de cada proteína: única e irrepetible. Esta estructura primaria está codificada genéticamente y determina completamente la forma tridimensional final y, por tanto, la función de la proteína.
Las proteínas homólogas tienen secuencias similares porque realizan funciones parecidas, tanto en la misma especie como entre especies diferentes. Las histonas y la tubulina son ejemplos de proteínas muy antiguas y conservadas evolutivamente.
Cuando se produce una mutación que cambia la secuencia de aminoácidos, la función de la proteína puede verse alterada. Sin embargo, existen pequeñas variaciones llamadas polimorfismos que no afectan a la función, dando lugar a la diversidad genética que vemos en las poblaciones.
Para estudiar las proteínas en el laboratorio, primero las desnaturalizamos (les quitamos su forma natural) y después hidrolizamos los enlaces peptídicos para separar y analizar cada aminoácido individualmente.
Conecta conceptos: Recuerda que estructura determina función. Si cambias aunque sea un aminoácido en una posición clave, puedes alterar completamente lo que hace la proteína.