SIDA: Lo que necesitas saber
¿Sabías que el VIH y el SIDA no son exactamente lo mismo? El VIH es el virus que causa la enfermedad, mientras que el SIDA aparece cuando tu sistema inmunitario ya está muy debilitado.
Cuando el virus de inmunodeficiencia humana entra en tu cuerpo, empieza a atacar tus defensas naturales. Es como si fuera desarmando poco a poco tu ejército personal contra las enfermedades. Una vez que se instala, el virus se queda contigo para siempre.
Las vías de contagio son más específicas de lo que muchos piensan. Solo ciertos fluidos corporales pueden transmitir el virus: sangre, semen, fluidos vaginales, secreciones rectales y leche materna. Estos fluidos deben entrar en contacto con membranas mucosas (boca, genitales, recto) o heridas abiertas.
Los síntomas iniciales pueden confundirse fácilmente con una gripe: fiebre, dolor de cabeza, ganglios inflamados, erupciones en la piel y pérdida de peso. Por eso es tan importante hacerse las pruebas si tienes dudas.
💡 Recuerda: En España, 1 de cada 3 personas con VIH no sabe que lo tiene. Si tienes dudas, hazte la prueba.
Aunque no existe cura, la terapia antirretroviral (TARV) permite controlar el virus y llevar una vida prácticamente normal. Todos los diagnosticados deben comenzar el tratamiento inmediatamente, sin importar en qué fase se encuentren.