El Interior de la Geosfera
Imagínate la Tierra hace 4500 millones de años: una gigantesca bola de material fundido que poco a poco se fue enfriando. Los materiales más densos se hundieron hacia el centro, mientras que los más ligeros subieron a la superficie, creando las capas terrestres que conocemos hoy.
El gradiente geotérmico nos dice que por cada 100 metros que bajemos bajo tierra, la temperatura aumenta unos 3°C de media. Este calor interno proviene de tres fuentes principales: el calor que quedó desde la formación del planeta, el impacto de meteoritos y la desintegración de elementos radioactivos.
Para conocer el interior terrestre utilizamos el método sísmico. Las ondas de los terremotos viajan a diferentes velocidades según el material que atraviesen, lo que nos permite "ver" el interior sin necesidad de excavar.
Dato curioso: Las ondas P pueden atravesar sólidos y líquidos, pero las ondas S solo sólidos. ¡Por eso sabemos que el núcleo externo es líquido!
El modelo geoquímico divide la Tierra en corteza (la capa más fina), manto (rocoso y sólido hasta 2900 km) y núcleo (metálico, con hierro y níquel).