Los Seres Vivos y las Biomoléculas Inorgánicas
Los seres vivos son sistemas súper organizados que mantienen la homeostasis (sus condiciones internas estables), se nutren del medio ambiente y pueden reproducirse. Lo que los hace especiales son tres características clave están organizados en niveles de complejidad creciente, realizan funciones vitales y tienen una composición química uniforme.
Los bioelementos forman las biomoléculas de la vida. Los primarios (C, H, O, N, P, S) constituyen el 96% de nuestro cuerpo, mientras que los secundarios y oligoelementos aparecen en menor cantidad pero son igual de importantes.
El agua es la molécula estrella de la vida. Su estructura dipolar le permite formar puentes de hidrógeno, lo que explica sus propiedades únicas es líquida a temperatura ambiente, tiene gran poder disolvente, y su elevado calor específico ayuda a mantener la temperatura corporal constante. Además, el hielo flota porque es menos denso que el agua líquida.
Las sales minerales pueden estar sólidas (como el calcio en huesos y dientes) o disueltas como iones que participan en procesos como la transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular.
¡Dato curioso! El 70% de tu cuerpo es agua, ¡casi como si fueras un océano ambulante!