Los cuatro tipos de tejidos
Tu cuerpo tiene cuatro tipos principales de tejidos, cada uno especializado en una misión específica. Es como tener cuatro equipos de superhéroes diferentes.
El tejido epitelial es tu equipo de protección. Incluye el epitelio de revestimiento (tu piel y las mucosas que recubren tus órganos internos) y el epitelio glandular (que forma las glándulas que producen hormonas y otras sustancias).
El tejido conectivo es el "pegamento" que une todo. Incluye el conjuntivo (relleno entre órganos), adiposo (reserva de grasa), cartilaginoso (articulaciones y nariz), óseo (huesos duros) y sanguíneo (transporte y defensa).
El tejido muscular te permite moverte. Tienes músculo estriado (voluntario, como bíceps), cardíaco (corazón, incansable) y liso (involuntario, como intestinos).
El tejido nervioso es tu red de comunicación interna. Las neuronas envían mensajes súper rápidos, mientras las células glía las cuidan y alimentan.
¡Dato flipante! Tu músculo cardíaco late unas 100.000 veces al día sin parar ni un segundo.