Introducción a los Lípidos
¿Sabías que cuando tocas aceite de cocina estás experimentando una de las características más básicas de los lípidos? Estas biomoléculas están formadas principalmente por carbono, hidrógeno y oxígeno, aunque algunas también contienen fósforo, nitrógeno o azufre.
Los lípidos tienen propiedades físicas muy características que seguro reconoces del día a día. Son untuosos al tacto (como la mantequilla), tienen aspecto brillante, no se disuelven en agua pero sí en disolventes orgánicos como el cloroformo, y tienen baja densidad.
Sus funciones en tu cuerpo son increíblemente variadas. Actúan como reserva energética (las grasas), forman las membranas celulares, funcionan como vitaminas y hormonas, y protegen tus órganos vitales actuando como "almohadillas" naturales.
💡 Dato curioso: Los lípidos te proporcionan más del doble de energía por gramo que los carbohidratos o las proteínas.
Se clasifican en lípidos saponificables (que pueden formar jabones) e insaponificables (como el colesterol). Los saponificables se dividen en simples (como las grasas) y complejos (como los fosfolípidos de las membranas).
Ácidos Grasos: Los Componentes Básicos
Los ácidos grasos son las piezas fundamentales de muchos lípidos. Imagínatelos como cadenas lineales de carbono con un grupo ácido −COOH al final. Lo que hace especial a cada ácido graso es su longitud y si tiene enlaces dobles o no.
Los ácidos grasos saturados no tienen enlaces dobles, son químicamente estables y sólidos a temperatura ambiente. Los encuentras principalmente en grasas animales y en algunos aceites vegetales como el de coco. El ácido palmítico y el esteárico son ejemplos típicos.
Por el contrario, los ácidos grasos insaturados tienen uno o más enlaces dobles que "doblan" la cadena. Son líquidos a temperatura ambiente y abundan en aceites de pescado y vegetales. Algunos, como el ácido α-linolénico, son esenciales porque tu cuerpo no puede producirlos.
Los ácidos grasos son moléculas anfipáticas: tienen una "cabeza" polar (hidrofílica) y una "cola" apolar (hidrofóbica). Esta propiedad les permite formar estructuras como micelas y bicapas en soluciones acuosas.