Origen del sistema solar y la Tierra
Nuestro sistema solar comenzó como una nebulosa de hidrógeno con el Sol en el centro, donde se estaban formando planetas gaseosos. Pero una supernova explotó cerca y cambió todo: sus escombros se fusionaron con los planetas, creando los cuatro planetas rocosos interiores que conocemos.
La Luna también tiene un origen violento. Una supernova chocó con la Tierra (que entonces tenía miles de grados), liberó todos los elementos de la tabla periódica, y los escombros de ambos cuerpos se fusionaron creando nuestro satélite. ¡La Luna se aleja 4 cm cada año y al principio causaba olas de 40 metros!
La Tierra se formó por acreción y desarrolló tres atmósferas diferentes. La primera se destruía por la radiación solar, la segunda era reductora (sin oxígeno, perfecta para el origen de la vida), y la tercera es la oxidante actual, creada cuando las cianofíceas empezaron a hacer fotosíntesis hace 3.500 millones de años.
Clave para entender: Solo pudimos vivir fuera del agua después de que se formara la capa de ozono, hace 3.100 millones de años.