La Hidrosfera: El Agua en Movimiento
El agua cubre el 71% del planeta y es la única sustancia que existe naturalmente en los tres estados de la materia. Esta versatilidad es clave para que exista vida en la Tierra.
El 97,5% es agua salada (océanos y mares) y solo el 2,5% es agua dulce (glaciares, ríos, lagos y aguas subterráneas). Es como si toda el agua del mundo cupiera en 40 botellas, y solo una de ellas fuera potable.
El ciclo del agua funciona como una máquina perfecta movida por el Sol. El agua se evapora, sube, se enfría, se condensa en nubes y cae como precipitación. Luego puede seguir tres caminos: escorrentía superficial (ríos), escorrentía subterránea (acuíferos) o quedar retenida (glaciares, lagos).
¡Increíble! El agua que bebes hoy podría haber estado en las nubes hace una semana o en el océano hace un mes.
Dinámica Oceánica: Olas, Mareas y Corrientes
Los océanos nunca están quietos. Tienen tres tipos principales de movimiento que afectan al clima y la geología.
Las olas se forman por el viento y son las responsables de erosionar las costas. Las mareas suben y bajan el nivel del mar por la atracción de la Luna (y un poco del Sol).
Las corrientes marinas son como "ríos dentro del océano". Las superficiales se mueven por el viento, mientras que las profundas se mueven por diferencias de temperatura y salinidad. Estas corrientes moderan el clima mundial.
En los continentes, los ríos cambian según su curso: en el curso alto (montaña) erosionan con fuerza, en el curso medio transportan sedimentos, y en el curso bajo (cerca del mar) los depositan formando deltas.