Volcanes: Cuando la Tierra escupe fuego
Los volcanes son básicamente fisuras en la Tierra por donde sale material fundido del manto. Imagínate que la Tierra es como una olla a presión: el magma está súper caliente y presurizado en el manto, asciende y forma cámaras magmáticas donde se acumula hasta encontrar grietas para salir.
Durante una erupción, el magma se convierte en lava al salir a la superficie, y el volcán lanza vapor, gases, cenizas y rocas a la atmósfera. Los volcanes pueden estar activos (con actividad reciente), intermitentes como el Teide, continuos como el Etna, o dormidos cuando la presión no es suficiente.
Las partes clave son el cono volcánico (acumulación de materiales), el cráter (por donde sale todo), la cámara magmática (donde se acumula) y la chimenea (el canal de subida). Los volcanes arrojan gases súper calientes, lavas básicas (fluidas) o lavas ácidas (viscosas que pueden taponar), y materiales sólidos llamados piroclastos como bombas, lapilli y cenizas.
Dato curioso: Las cenizas volcánicas pueden viajar miles de kilómetros llevadas por el viento, afectando vuelos y clima mundial.