La estructura y dinámica de la Tierra se estudia a través de diversos métodos indirectos de estudio geológico que nos permiten comprender mejor nuestro planeta.
Los científicos utilizan diferentes técnicas de análisis de la estructura terrestre para investigar el interior de nuestro planeta. Entre las más importantes están los estudios sísmicos, que analizan cómo las ondas generadas por terremotos viajan a través de las diferentes capas de la Tierra. También se emplean estudios gravimétricos para medir variaciones en el campo gravitatorio, análisis de rocas y minerales que nos dan pistas sobre la composición del manto y núcleo terrestre, y mediciones magnéticas que nos ayudan a entender el campo magnético de la Tierra.
Las causas de movimientos de placas tectónicas son fundamentales para entender la dinámica terrestre. Las principales fuerzas que mueven las placas son las corrientes de convección en el manto, que transportan calor desde el núcleo hacia la superficie. Este proceso genera el movimiento de las placas tectónicas, provocando la formación de montañas, volcanes y terremotos. La subducción, donde una placa se hunde bajo otra, y la expansión del fondo oceánico en las dorsales marinas son procesos clave en este sistema dinámico. Además, la gravedad juega un papel importante al hacer que las placas más densas se hundan en el manto. Todo esto forma parte de un ciclo continuo que ha estado modelando la superficie de nuestro planeta durante millones de años, creando y destruyendo continentes, océanos y cadenas montañosas.