Macroevolución y Pruebas de la Evolución
La macroevolución produce grandes cambios morfológicos y fisiológicos que forman nuevos grupos de organismos. Existen dos modelos: gradualismo (acumulación lenta de cambios) y equilibrio punteado (largos períodos estables interrumpidos por especiación rápida).
Las pruebas anatómicas incluyen órganos homólogos (mismo origen evolutivo, evolución divergente), órganos análogos (misma función, especies no relacionadas, evolución convergente) y órganos vestigiales (estructuras que perdieron su función original).
Las pruebas paleontológicas muestran series evolutivas en fósiles, formas transicionales que combinan características de grupos antiguos y nuevos, y especies pancrónicas ("fósiles vivientes"). La sucesión faunística demuestra que capas geológicas más antiguas contienen fósiles más primitivos.
Conexión actual: Las pruebas biogeográficas explican por qué especies aisladas evolucionan distinto, mientras que las pruebas bioquímicas usan ADN para determinar parentesco evolutivo.
Las pruebas embriológicas revelan similitudes en primeras etapas del desarrollo que desaparecen posteriormente, indicando origen común.