Los elementos que nos construyen: bioelementos secundarios y oligoelementos
Los bioelementos secundarios (Ca, Na, K, Mg, Cl) representan solo el 3,3% pero son cruciales para tu supervivencia. El sodio y potasio hacen posible que tus neuronas transmitan impulsos nerviosos, mientras que el calcio permite que tus músculos se contraigan y tu sangre coagule.
Los oligoelementos están en cantidades mínimas (menos del 0,1%) pero su ausencia puede causarte problemas graves. El hierro transporta oxígeno en tu sangre, el yodo regula tu metabolismo a través de las hormonas tiroideas, y el flúor protege tus dientes de las caries.
Las biomoléculas se dividen en dos grandes grupos: inorgánicas (agua y sales minerales) que también existen fuera de los seres vivos, y orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos) que son exclusivas de la materia viva.
Estas moléculas orgánicas se caracterizan por tener esqueletos de carbono unidos a hidrógeno, formando cadenas que pueden ser lineales, ramificadas o cíclicas.
💡 Recuerda: Sin oligoelementos como el hierro, tendrías anemia; sin yodo, problemas de tiroides.