Ciclo lisogénico viral
El ciclo lisogénico es mucho más sigiloso que el lítico. Aquí el virus no destruye inmediatamente la célula, sino que integra su material genético en el cromosoma del hospedador, convirtiéndose en provirus.
Durante la fase de latencia, la célula infectada se divide normalmente, transmitiendo el provirus a todas sus células hijas sin que se note la infección. Es como tener un "virus durmiente" dentro.
Bajo ciertas condiciones de estrés (radiación, químicos, etc.), el provirus se activa y comienza el ciclo lítico. Esto significa que puede causar una infección masiva cuando menos te lo esperas.
La diferencia clave es el tiempo: el ciclo lítico es rápido y letal, mientras que el lisogénico puede permanecer oculto durante años antes de activarse.
Ejemplo práctico: El virus del herpes sigue este patrón, permaneciendo inactivo y reactivándose periódicamente.