Métodos de Estudio de la Tierra
Los científicos utilizan dos enfoques principales para estudiar el interior terrestre: métodos directos e indirectos. Aunque parezca imposible, pueden descubrir qué hay bajo nuestros pies sin necesidad de viajar al centro del planeta.
Los métodos directos incluyen minas y sondeos que perforan el terreno para extraer columnas de materiales llamadas testigos. También estudian las erupciones volcánicas, que nos traen materiales del interior como las peridotitas del manto, y analizan meteoritos que nos dan pistas sobre cómo se formó la Tierra.
Los métodos indirectos son más sofisticados: el método gravimétrico mide variaciones en la gravedad para detectar diferentes densidades en el subsuelo, mientras que el estudio de temperaturas nos revela el estado de los minerales internos. El método eléctrico analiza la conductividad de las rocas, y el magnético estudia el campo magnético terrestre causado por los materiales metálicos del núcleo.
Dato curioso: Solo hemos conseguido perforar hasta 12 km de profundidad debido a las enormes presiones y temperaturas del interior terrestre.