Cómo Funciona la Respiración y Qué Puede Fallar
La ventilación pulmonar tiene dos fases súper coordinadas. En la inspiración, el diafragma baja, tu caja torácica se expande y entra aire cargado de oxígeno. En la espiración, todo se relaja, el volumen disminuye y sale el aire con CO₂.
Algunas enfermedades pueden complicar este proceso perfecto. El asma inflama los bronquios y hace que respirar sea más difícil. La neumonía llena los alvéolos de líquido, como si se inundaran las "estaciones" donde debería ocurrir el intercambio.
La EPOC es una enfermedad crónica frecuentemente causada por el tabaco, y el COVID-19 demostró lo vulnerable que puede ser nuestro sistema respiratorio ante ciertos virus.
Para memorizar todo esto fácilmente, piensa en el sistema respiratorio como una estación de tren: la nariz es la entrada, los bronquios son los rieles, y los alvéolos son las estaciones donde el oxígeno y el CO₂ "cambian de vagón" entre el aire y tu sangre.
Resumen express: Inspiras O₂ → viaja por las vías respiratorias → llega a los alvéolos → pasa a la sangre → expiras CO₂. ¡Así de simple!